Lo que a la gente le parece raro en otro lugar es muy común y típico, por lo general son combinaciones muy simples, pero no estamos acostumbradas a ellas.
Las recetas de cocina varían tanto como las fusiones culturales, pero algunas, de tan raras son graciosas. Se dice que en la cocina hay que probar todo y no despreciar nada... pero algunas costumbres dan un poco de impresión.
En Japón se puede probar texturas muy raras, carne de caballo, ojo de pescado, un pan hecho adentro de la arena, y hay cosas que te parecen exóticas, pero después no .
En Marruecos hay unas berenjenas fritas rellenas con almendras y miel, con aceite de oliva; los componentes no son para nada exóticos, pero la mezcla logra un sabor que por el equilibrio se siente distinto y no sabes qué estás comiendo. Para que sea exótico no necesitás 'el ojo del pájaro que crece en el pico de la montaña', simplemente conocer los ingredientes y sabores, mezclarlos de una manera donde ninguno pase por arriba de otro y que formen un sabor nuevo todos juntos".
La diversidad cultural en el mundo muestra tantos gustos culinarios como las mezclas, preparaciones e ingredientes que componen los platos. Así, en muchos lugares, comer cucarachas es tan común como acá lo es consumir un pollo a la parrilla, pero hay otros sabores e ingredientes que logran instalarse en boca de todos -literalmente y se han vuelto universales en las cocinas del planeta.
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